Interfaz de usuario y escritorio
Windows 10 está
diseñado para adaptar la interfaz de usuario en el tipo de dispositivo que está
siendo utilizado y los métodos de entrada disponibles. Ofrece dos modos de
interfaz de usuario diferentes: un modo tableta optimizado para su uso con
pantallas táctiles, y uno optimizado para el ratón y el teclado. La nueva
interfaz denominada Continuum ofrece una característica que cambia
automáticamente si el usuario elige la posibilidad de alternar entre los dos
modos en los momentos apropiados, por ejemplo, cuando se desconecta el teclado
de una tableta o un ordenador portátil convertible se cambia a su configuración
de tableta, y viceversa.
El menú Inicio ha sido
rediseñado desde cero, con una lista de aplicaciones y otras opciones en el
lado izquierdo y los live tiles o azulejos en el lado derecho. Se puede cambiar
su tamaño y expandirse en pantalla completa como en Windows 8, que es la opción
por defecto en entornos táctiles.
Los programas de
Windows ahora se pueden encajar a cuadrantes de la pantalla arrastrándolos
hacia una determinada esquina. Cuando una ventana no encaja en un lado de la
pantalla, se solicita al usuario elegir una segunda ventana para llenar la
parte no utilizada de la pantalla (denominado Snap Assist). Los iconos del
sistema también han sido renovados con un diseño más limpio e influente hacia
Windows Aero. Las transparencias ahora están algo más presentes que antes, pero
de distinto modo.
Las opciones de la
barra lateral derecha o Charm de Windows 8 se han eliminado; su funcionalidad
en las aplicaciones de la tienda Windows son accesibles desde un menú
denominado Comandos de aplicación. En su lugar se ha implementado el Centro de
actividades, el cual muestra notificaciones múltiples y su configuración
respectiva. Se accede haciendo clic en un icono en la bandeja del sistema o
arrastrando desde la derecha de la pantalla. Las notificaciones se pueden
sincronizar entre varios dispositivos.